martes, 18 de marzo de 2025

Verde agua – Marisa Madieri

 

La contraportada

Este relato-diario ha sido definido por la crítica italiana como un pequeño clásico contemporáneo. El hilo conductor de la narración es el éxodo de los italianos de Fiume, ciudad que en 1947 pasó a Croacia, dentro de la antigua Yugoslavia. Marisa Madieri vuelve a encontrar en la memoria los episodios trágicos y cómicos que marcaron su infancia, las personas con las que creció —como la inolvidable abuela Quarantotto— y el ambiente del Silos de Trieste, «un paisaje vagamente dantesco, un nocturno y humeante purgatorio», en el que vivió junto con otros refugiados hasta hacerse adulta. A medida que el relato avanza, la escritura, precisa y sutil, revela una tensión entre la reapropiación del pasado y la incertidumbre frente al futuro, que desemboca en una actitud valiente y generosa ante la vida.



Mi opinión

En el libro que os recomiendo hoy es la propia autora quien narra su infancia en forma de diario.


Cuenta Marisa Madieri que después de una vida apresurada ha llegado a una madurez donde los acontecimientos parecen tener un ritmo más pausado. Esta nueva tranquilidad le permite reflexionar y retornar a su pasado. Un pasado que empieza en Fiume, actualmente Rijeka, donde nació y vivió sus primeros años con su abuela paterna, alta, recta y silenciosa, una mujer que cambió su apellido de origen eslavo por el de Madieri. Recuerda perfectamente su casa, su vestíbulo luminoso, la pequeña cocina blanca y ordenada, el comedor que solo se abría para ocasiones especiales y que para ella era un lugar mítico e inexplorado como la Atlántida. Habla de su madre de sus cabellos negrísimos, de su dedicación por ella y su hermana. Su madre quería que sus hijas estudiaran para que no dependieran de nadie como le había ocurrido a ella. También habla de la abuela Quarantotto, una persona que despreciaba a todo el mundo y trataba a sus padres con dureza, sobre todo a su madre. En esos años vivieron el fin de la guerra, un periodo que supuso para los italianos afincados en Fiume persecución, discriminación y registros domiciliarios hasta que cansados optaban por exiliarse como hizo su familia cuando las autoridades les exigieron la ciudadanía yugoslava para poder quedarse en Fiume. Entonces empezaron una nueva vida en el Silos de Trieste, un antiguo almacén de grano convertido en campo de refugiados.


«Yo soy aún aquel viento de las riberas, aquellos claroscuros de las calles y aquellos edificios grises. Durante muchos años, después del éxodo, no volví a ver mi ciudad y la había casi olvidada, pero cuando tuve otra vez ocasión de pasar por Fiume y por aquella franja de costa que lleva a Brestova, donde por lo general cogemos el transbordador para ir a Cherso y Lussino, experimenté la clara sensación de volver a mi verdad».


A partir de pequeños textos Madieri cuenta recuerdos de su niñez y su adolescencia marcadas por el exilio. Momentos curiosos, tiernos, llenos de incertidumbre o traumáticos que la autora narra con sencillez, añoranza y gratitud hacia quienes le ayudaron en aquellos años tan difíciles. Entre las historias del pasado se cuelan algunas pinceladas de su presente en el que tienen protagonismo sus hijos y su marido el escritor Claudio Magris. Al final del libro el famoso autor deja un posfacio que añade más verdad y belleza si cabe a esta pequeña gran historia que habla de los dramas de la guerra desde las páginas de un diario. Un saludo y buenas lecturas.



La autora

Marisa Madieri (Fiume 1938-Trieste 1996) en la entonces ciudad italiana de Fiume, que después de la segunda guerra mundial pasó a pertenecer a Yugoslavia. Marisa Madieri abandonó a los siete años su ciudad natal Fiume, ahora Rijeka. Terminada la guerra se trasladó junto a su familia (que optó por mantenerse italiana) a un campo de refugiados de Trieste, ciudad en la que vivió toda su vida. Solo publicó dos obras en vida, Verde Agua (1987) y la fábula El claro del bosque (1992). Una tercera obra, La conchilla y otros cuentos (1998), fue publicada póstumamente. Sus obras reflejan su amor por la ciudad donde nació y toda la problemática de los exiliados italianos. 


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