miércoles, 9 de julio de 2025

Empezando julio

Como todos los años la llegada de julio significa dejar el blog parado hasta septiembre, y aunque últimamente paso poco por aquí, un descanso siempre viene bien. Antes del parón vacacional os comento un poco que he leído en junio y que tengo pensado leer este mes.

El mes pasado leí La carta de William Somerset Maugham, un clásico que con sus pocas páginas ha conseguido mantenerme intrigada hasta el final y que por supuesto os recomiendo leer.

Estos días tengo entre manos un libro que me acaba de llegar Al final del infinito de Raquel Gavilán, un poemario precioso que promete emocionarme. Os dejo la contraportada para que lo conozcáis un poco.


Al final del infinito - Raquel Gavilán

Al final del infinito es un poderoso recorrido por los sentimientos más profundos y las experiencias comunes que nos definen como seres humanos. En su debut poético, Raquel Gavilán captura con maestría la esencia de lo cotidiano desde una perspectiva feminista, tocando temas como el amor, el desamor, la maternidad y la lucha por la igualdad. Sus versos, cargados de emoción y autenticidad, revelan la belleza escondida en nuestras vulnerabilidades, haciendo de cada poema una invitación a redescubrir la fortaleza que habita en lo imperfecto. Con una pluma delicada pero incisiva, Gavilán transforma lo ordinario en extraordinario, conectando profundamente con las mujeres de su generación y con cualquiera que haya experimentado el dolor y la alegría de vivir. "Un poemario que ilumina nuestras emociones con una fuerza transformadora. Gavilán nos recuerda que la verdadera belleza está en aceptar lo que somos." — Booksnpoetry Descubre en Al final del infinito una oda a la resiliencia, un canto a lo cotidiano y una fuente inagotable de inspiración para abrazar nuestras emociones con valentía. 

Después quiero leer más clásicos de la torre de libros pendientes. Ya os contaré a la vuelta cuales escojo.

Os deseo un verano lleno de buenas lecturas, cuidaos mucho y

FELICES VACACIONES !!! 


miércoles, 25 de junio de 2025

Me hice escritor porque no sé dibujar – Jorge Ramos

 


La contraportada

Antología que incluye una selección de cincuenta relatos, elegidos entre los cientos que he escrito a lo largo de mis más de diez años desarrollando este estilo literario. Está dividida en microrrelatos, relatos cortos y relatos, y en cada sección podrás encontrar varios cuentos, aquellos que, considero, reflejan mejor la voz que he ido forjando por mi experiencia, tanto escribiendo, como impartiendo clases de escritura creativa, disciplina de la que llevo siendo profesor más de seis años. De las ilustraciones, prefiero no decir nada.







Mi opinión

Hoy os recomiendo una colección de relatos ideal para estos días de verano.


Una antología, escrita de manera sencilla y cercana con algunos toques de poesía, en la que encontraremos historias pequeñas, tiernas, duras, críticas, divertidas, originales o fantásticas. Como por ejemplo Escapar del dragón, escrita a modo de cuento pero con un trasfondo terrible o El cementerio de promesas, que habla del lugar donde descansan las promesas incumplidas. En Ese es su nombre tiene protagonismo la leyenda del innombrable Séverot. En Lunicornio, un unicornio pone en duda la existencia de la luna. Dos que juegan con el lenguaje son Lógica infantil y Pido la palabra, la primera más curiosa mientras que la segunda tiene un final más duro y real. También disfruté mucho con Papeles de colores, La isla de las historias, La primera vez que vi un extraterrestre, Y al tercer día, resucitó o La tierra siempre responde. He mencionado estas como ejemplo pero la verdad es que todas tienen algo que destacar.


Como sabéis los que andáis por aquí soy muy fan de los libros de relatos y siempre que puedo traigo alguno al blog; y esta recopilación de Jorge Ramos es perfecta, tiene temas muy variados, relatos largos, cortos, poéticos, historias cotidianas, de ciencia ficción, de venganza, alguna surrealista, tiene de todo y además está muy bien escrita. Digo esto porque parece que los libros autoeditados tengan menos calidad que los de una editorial tradicional. Tanto este libro como todos los autoeditados que he leído no solo están bien escritos sino que no he encontrado ni una errata.

Dicho esto no puedo dejar de animaros a que os acerquéis a ellos sobre todo si son autores nuevos que buscan hacerse un hueco en el gigantesco mundo literario. Y si buscáis una antología de relatos para entreteneros estas vacaciones, no os perdáis Me hice escritor porque no sé dibujar, no os quitará el calor pero pasareis un buen rato leyéndola. Un saludo y buenas lecturas.


Podéis encontrarlo en este enlace:

https://acortar.link/KGBbOR




El autor

Jorge Ramos es un escritor palentino de 39 años que en la actualidad trabaja como profesor de Escritura Creativa. Su primera publicación vino de forma inesperada con la novela corta "Saabrax" que fue publicada tras resultar ganadora del Certamen de Arte Joven de Castilla y León en 2016, y desde entonces ha publicado 5 libros más:

- Las tres vidas de Nadie: Libro en el que se agrupan tres novelas cortas, entre las que se incluye "Saabrax".

- Un dragón en la tormenta: Novela dedicada al mundo del deporte electrónico.

- Una ilusión renovada: Novela de fantasía, en donde gracias a su experiencia con la escritura creativa, escapa de los arquetipos del género.

- Me hice escritor porque no sé dibujar: Antología de relatos

- Las noches que nunca te contaron: Novela de ficción contemporánea que constituye, hasta el momento, su mayor éxito de crítica.


domingo, 15 de junio de 2025

Empezando junio

Aprovecho que el calor me ha dejado dormir unas horas para repasar por aquí mis lecturas.

Como os comenté el mes pasado estuve leyendo Espiral. Caos ordenado en vuelo de Araceli Gutiérrez y una antología de relatos titulada Me hice escritor porque no sé dibujar de Jorge Ramos, dos libros electrónicos muy recomendables que podéis encontrar en Amazon.

Estos días, entre el poco tiempo que tengo para leer y el verano anticipado estoy sin ganas de nada, así que he elegido un clásico cortito que lleva desde el año pasado esperando su turno en mi estantería La carta de William Somerset. A ver si me dejan las temperaturas leer algo más, cruzaré los dedos.


La carta - William Somerset Maugham

Una historia de intriga ambientada en la Malasia colonial, en que una carta que no tenía que aparecer lo cambiará todo.

Un joven abogado inglés instalado en Singapur recibe la visita de su amigo Robert Crosbie, propietario de una plantación de caucho. El empresario llega muy alterado porque su mujer, Leslie, ha sido arrestada por el asesinato de Geoffrey Hammond, amigo de ambos, y quiere pedirle al abogado que se encargue de su defensa. A priori no parece un caso muy complicado, especialmente porque Leslie alega que, la noche de los hechos, Geoffrey intentó abusar de ella aprovechando que estaba sola en la casa de la plantación. El testimonio de Leslie, tan sensata y prudente, parece muy convincente, por lo menos hasta que aparece una carta.


Y vosotros, ¿qué estáis leyendo? 

jueves, 22 de mayo de 2025

pedres i vent – Carla Santángelo


La contraportada

El tiempo es un ser vivo silente y continuo. La familia, una pregunta interminable que mira hacia el tiempo. En pedres i vent, la lengua desafía el deseo de que las cosas permanezcan. La voz poética, a veces como una cacofonía de emociones, a veces como un susurro silencioso, nos guía «tierra adentro» y «campo adentro», donde el paisaje de la memoria se despliega en sus detalles más íntimos.

En lo que es casi una carta a las ausencias y a la raíz, Santángelo honra un lugar tan hondo como colectivo. «¿Ya nacimos?» pregunta.

Una promesa de que siempre se puede empezar y partir de la primerísima piedra.




Mi opinión

Hoy os traigo un libro lleno de recuerdos. Recuerdos de verano, de la niñez, de la guerra. Recuerdos, que no se olvidan.


A través de los recuerdos viajamos a una casa en Menorca, paraíso de verano para unas niñas que se sentían unidas a la tierra, a las piedras, al sol, al agua, a la isla. La casa donde se reunía la familia alrededor de los abuelos. Ella, mujer serena y antigua ponía el tocadiscos, él agachado en el jardín parecía un niño viejo. En el presente las hermanas añoran esos días, visitan el cementerio, limpian la lápida, ponen flores. Miran la casa, sa casa. Ya no es suya pero todavía tiene un nombre inscrito en la pared, pedres i vent.


No es fácil conectar con la poesía pero cuando consigues esa conexión hay que compartirla. Así que después de recomendaros el año pasado El viento comenzó a mecer la hierba de Emily Dickinson decidí compartir con vosotros otro poemario esta vez más actual. Un libro escrito con sencillez, delicadeza y sensibilidad por Carla Santángelo en el que nos habla del pasado, del presente, del paisaje, de la familia, de la infancia, de la nostalgia, del lenguaje propio, del silencio que dejan las ausencias. Lugares comunes que todos hemos habitado y que he leído despacio para adentrarme mejor en sus poemas, y tengo que decir que me han maravillado, me han llegado al corazón y alguno me ha removido por dentro.


Vuelvo a animaros a que os acerquéis a la poesía esta vez con este título lleno de recuerdos pero también de ternura, mucha ternura. Publicado por ediciones en el mar, una editorial con un catalogo muy interesante que también os recomiendo. Un saludo y buenas lecturas.




La autora

Carla Santángelo Lázaro (Mahón, Islas Baleares, 1989) reside entre Ecuador y España. Es magíster en Escritura Creativa por la UNTREF (Buenos Aires, Argentina) y magíster en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales por la Universidad de Sevilla. Está en su segundo año de estudios doctorales por la misma universidad.

Ha trabajado como editora en proyectos culturales y acompaña procesos creativos de escritura. También ha participado con sus textos en varias antologías. Es autora de los poemarios La Sudestada (Derrames Editoras, 2016) y Liquen (Aguaviva Ediciones, 2021) y ganadora del II Premio de Poesía En el Mar. Actualmente codirige la escuela de escritoras Casa Índigo, de la cual es cofundadora.


sábado, 17 de mayo de 2025

Empezando mayo

Se me pasa mayo y no me paso por aquí, desde luego que cabeza tengo.

Estos días estoy leyendo en la aplicación de kindle del ordenador dos libros que sus autores compartieron gratuitamente. El primero se titula Espiral. Caos ordenado en vuelo de Araceli Gutiérrez, es un libro que mezcla una historia de amor/desamor con poemas e ilustraciones. Tengo que releerlo con más atención pero me ha gustado la mezcla. Y el segundo lo gané en un sorteo que organizó su autor en la red Bluesky la semana pasada, por si estáis por allí mi cuenta es @misapuntesdelec.bsky.social . Se titula Me hice escritor porque no sé dibujar una antología de relatos de Jorge Ramos que me está encantando.

Os dejo las contraportadas para que los conozcáis un poco. 


Espiral: Caos Ordenado en vuelo de Araceli Gutiérrez Olivares

Con una poesía que no se escribe: sucede y se confiesa. Las dos voces poéticas que fluyen dentro de Espiral nos transportan, en palabras de la autora, a un encuentro que provoca sensaciones de hielo ígneo. Los recuerdos del pasado se construyen en una cascada de emociones ocultas y óbices geográficos en que la pasión se entretiene en atraparnos en los versos incandescentes de este poemario.



Me hice escritor porque no sé dibujar de Jorge Ramos San Martín

Antología que incluye una selección de cincuenta relatos, elegidos entre los cientos que he escrito a lo largo de mis más de diez años desarrollando este estilo literario. Está dividida en microrrelatos, relatos cortos y relatos, y en cada sección podrás encontrar varios cuentos, aquellos que, considero, reflejan mejor la voz que he ido forjando por mi experiencia, tanto escribiendo, como impartiendo clases de escritura creativa, disciplina de la que llevo siendo profesor más de seis años. De las ilustraciones, prefiero no decir nada.







Y vosotros, ¿qué estáis leyendo?

martes, 18 de marzo de 2025

Verde agua – Marisa Madieri

 

La contraportada

Este relato-diario ha sido definido por la crítica italiana como un pequeño clásico contemporáneo. El hilo conductor de la narración es el éxodo de los italianos de Fiume, ciudad que en 1947 pasó a Croacia, dentro de la antigua Yugoslavia. Marisa Madieri vuelve a encontrar en la memoria los episodios trágicos y cómicos que marcaron su infancia, las personas con las que creció —como la inolvidable abuela Quarantotto— y el ambiente del Silos de Trieste, «un paisaje vagamente dantesco, un nocturno y humeante purgatorio», en el que vivió junto con otros refugiados hasta hacerse adulta. A medida que el relato avanza, la escritura, precisa y sutil, revela una tensión entre la reapropiación del pasado y la incertidumbre frente al futuro, que desemboca en una actitud valiente y generosa ante la vida.



Mi opinión

En el libro que os recomiendo hoy es la propia autora quien narra su infancia en forma de diario.


Cuenta Marisa Madieri que después de una vida apresurada ha llegado a una madurez donde los acontecimientos parecen tener un ritmo más pausado. Esta nueva tranquilidad le permite reflexionar y retornar a su pasado. Un pasado que empieza en Fiume, actualmente Rijeka, donde nació y vivió sus primeros años con su abuela paterna, alta, recta y silenciosa, una mujer que cambió su apellido de origen eslavo por el de Madieri. Recuerda perfectamente su casa, su vestíbulo luminoso, la pequeña cocina blanca y ordenada, el comedor que solo se abría para ocasiones especiales y que para ella era un lugar mítico e inexplorado como la Atlántida. Habla de su madre de sus cabellos negrísimos, de su dedicación por ella y su hermana. Su madre quería que sus hijas estudiaran para que no dependieran de nadie como le había ocurrido a ella. También habla de la abuela Quarantotto, una persona que despreciaba a todo el mundo y trataba a sus padres con dureza, sobre todo a su madre. En esos años vivieron el fin de la guerra, un periodo que supuso para los italianos afincados en Fiume persecución, discriminación y registros domiciliarios hasta que cansados optaban por exiliarse como hizo su familia cuando las autoridades les exigieron la ciudadanía yugoslava para poder quedarse en Fiume. Entonces empezaron una nueva vida en el Silos de Trieste, un antiguo almacén de grano convertido en campo de refugiados.


«Yo soy aún aquel viento de las riberas, aquellos claroscuros de las calles y aquellos edificios grises. Durante muchos años, después del éxodo, no volví a ver mi ciudad y la había casi olvidada, pero cuando tuve otra vez ocasión de pasar por Fiume y por aquella franja de costa que lleva a Brestova, donde por lo general cogemos el transbordador para ir a Cherso y Lussino, experimenté la clara sensación de volver a mi verdad».


A partir de pequeños textos Madieri cuenta recuerdos de su niñez y su adolescencia marcadas por el exilio. Momentos curiosos, tiernos, llenos de incertidumbre o traumáticos que la autora narra con sencillez, añoranza y gratitud hacia quienes le ayudaron en aquellos años tan difíciles. Entre las historias del pasado se cuelan algunas pinceladas de su presente en el que tienen protagonismo sus hijos y su marido el escritor Claudio Magris. Al final del libro el famoso autor deja un posfacio que añade más verdad y belleza si cabe a esta pequeña gran historia que habla de los dramas de la guerra desde las páginas de un diario. Un saludo y buenas lecturas.



La autora

Marisa Madieri (Fiume 1938-Trieste 1996) en la entonces ciudad italiana de Fiume, que después de la segunda guerra mundial pasó a pertenecer a Yugoslavia. Marisa Madieri abandonó a los siete años su ciudad natal Fiume, ahora Rijeka. Terminada la guerra se trasladó junto a su familia (que optó por mantenerse italiana) a un campo de refugiados de Trieste, ciudad en la que vivió toda su vida. Solo publicó dos obras en vida, Verde Agua (1987) y la fábula El claro del bosque (1992). Una tercera obra, La conchilla y otros cuentos (1998), fue publicada póstumamente. Sus obras reflejan su amor por la ciudad donde nació y toda la problemática de los exiliados italianos.