La
contraportada
El
tiempo es un ser vivo silente y continuo. La familia, una pregunta
interminable que mira hacia el tiempo. En pedres
i vent,
la lengua desafía el deseo de que las cosas permanezcan. La voz
poética, a veces como una cacofonía de emociones, a veces como un
susurro silencioso, nos guía «tierra adentro» y «campo
adentro», donde el paisaje de la memoria se despliega en sus
detalles más íntimos.
En
lo que es casi una carta a las ausencias y a la raíz, Santángelo
honra un lugar tan hondo como colectivo. «¿Ya
nacimos?» pregunta.
Una
promesa de que siempre se puede empezar y partir de la primerísima
piedra.
Mi
opinión
Hoy
os traigo un libro
lleno de recuerdos. Recuerdos de verano, de la niñez, de la guerra.
Recuerdos, que no se
olvidan.
A
través de los
recuerdos
viajamos a una
casa en Menorca, paraíso de verano para unas niñas que se sentían
unidas
a
la
tierra, a las piedras, al sol,
al agua, a la isla.
La casa donde se reunía la familia alrededor de los abuelos. Ella,
mujer serena y antigua ponía
el tocadiscos, él
agachado
en el jardín parecía un niño viejo.
En el presente las hermanas añoran esos días, visitan el
cementerio, limpian la lápida, ponen flores. Miran la casa, sa
casa.
Ya no es suya pero todavía tiene un nombre inscrito en la pared,
pedres
i vent.
No
es fácil conectar con la poesía pero cuando consigues esa conexión
hay que compartirla.
Así
que después
de recomendaros el año pasado El viento comenzó a mecer la hierba
de Emily
Dickinson
decidí compartir con vosotros otro
poemario esta vez más actual. Un libro escrito
con sencillez, delicadeza y sensibilidad por Carla Santángelo en
el que
nos
habla
del pasado, del presente, del paisaje, de la familia, de
la infancia,
de la nostalgia, del lenguaje propio, del silencio que dejan las
ausencias.
Lugares comunes que todos hemos habitado y que he
leído despacio para adentrarme mejor en sus poemas,
y tengo que decir que me han maravillado, me
han llegado
al corazón
y alguno me ha
removido por dentro.
Vuelvo
a animaros a que os acerquéis
a la poesía esta vez con este título lleno
de recuerdos
pero también de ternura,
mucha ternura.
Publicado por ediciones en el mar,
una editorial con un catalogo muy interesante que también os
recomiendo. Un saludo y buenas lecturas.
La
autora
Carla
Santángelo Lázaro (Mahón, Islas Baleares, 1989) reside entre
Ecuador y España. Es magíster en Escritura Creativa por la UNTREF
(Buenos Aires, Argentina) y magíster en Estudios Lingüísticos,
Literarios y Culturales por la Universidad de Sevilla. Está en su
segundo año de estudios doctorales por la misma universidad.
Ha
trabajado como editora en proyectos culturales y acompaña procesos
creativos de escritura. También ha participado con sus textos en
varias antologías. Es autora de los poemarios La Sudestada (Derrames
Editoras, 2016) y Liquen (Aguaviva Ediciones, 2021) y ganadora del II
Premio de Poesía En el Mar. Actualmente codirige la escuela de
escritoras Casa Índigo, de la cual es cofundadora.