La contraportada
«El
mundo tenía dientes y podía morderte en cualquier momento. Trisha McFarland lo
descubrió cuando tenía nueve años. A las diez de una mañana de principios de
junio estaba sentada en el asiento trasero del Dodge Caravan de su madre,
vestida con una sudadera azul de los Red Sox (la que llevaba 36 Gordon
estampado en la espalda), y jugaba con su muñeca. A las diez y media se había
perdido en el bosque. A las once intentaba contener su terror, no pensar: Esto
va en serio, esto va muy en serio. Intentaba no pensar que, en ocasiones,
cuando la gente se perdía en el bosque salía gravemente dañada. A veces incluso
moría.» «Comienza con la inocencia, pasa por el valle de las sombras de la
muerte y termina con un guiño benévolo del autor.» El País Semanal.
Mi opinión
Desde
que los padres de Trisha se separaron las cosas iban de mal en peor entre Pete,
su hermano mayor, y su madre Quilla. Trisha no aguantaba que estuvieran todo el
tiempo peleando e intentaba llamar la atención para que pararan un momento pero
no siempre lo conseguía. Un fin de semana que los hermanos no estaban con su
padre a Quilla se le ocurrió ir de excursión a la Senda de los Apalaches.
Trisha se mostró encantada con la propuesta de su madre pero a su hermano
mayor, como era habitual en él, no le gustó nada la idea así que se llevó todo
el viaje protestando. Una vez que llegaron a la senda no tardaron mucho en volver
a discutir Trisha era la única que estaba disfrutando del entorno que los
rodeaba.
Cuando
llegaron a un cruce de caminos Trisha dijo que iba a buscar un sitio donde
hacer sus necesidades pero como seguían peleando no la oyeron. Al volver no vio
a nadie. Pensó que no podrían estar muy lejos y siguió caminando guiándose por
el sonido de las voces que escuchaba a lo lejos pero por mucho que caminara
llegó un momento en que ni veía a nadie ni oía voces solo el ruido del bosque,
eran las diez y media de la mañana y Trisha Mc Farland se había perdido.
Desde
las primeras páginas nos adentramos junto a la protagonista en un bosque
desconocido del que no sabe salir donde a medida que pasan los días se siente
más perdida y asustada. En mi opinión eso es lo que pretende el autor con este
libro que al igual que la protagonista en el bosque nosotros también tengamos
esa angustia pero yo esa sensación solo la he tenido a ratos. Además en algunos
momentos me dio la impresión de que Trisha se desenvolvía demasiado bien en
esas circunstancias tan difíciles para tener nueve años. Como podéis adivinar
no me ha gustado este libro el segundo que elegí leer en el mes terrorífico. Un
libro donde Stephen King nos lo hace pasar un poco mal con esta chica pero que
no nos aterroriza.
Un saludo y terroríficas lecturas.