La contraportada
La llegada a The Glen Tower de Jessie, joven ahijada de Griffith, un anciano caballero inglés que comparte esta casa de campo con sus dos hermanos, también viejos y solos en el mundo, hace que la vida de estos caballeros se ponga súbitamente patas arriba. Lo que en principio no parecía más que un estorbo acaba convirtiéndose en una auténtica aventura, ya que los tres ancianos tendrán que ingeniárselas para que su invitada, una joven vivaracha y algo superficial, prolongue su estancia en su hogar. Con este fin, urden un plan magistral: entretener a la muchacha contándole una historia diferente cada noche, como si de un moderno «Decamerón Victoriano» se tratase.
Y así, la trama principal, con la hermosa campiña inglesa como telón de fondo magníficamente descrita, sirve para desgranar diez narraciones distintas en las que el autor despliega su gran maestría literaria al tocar todo tipo de géneros, desde la novela de misterio al folletín, pasando por el cuento moral o la narración humorística.
Mi opinión
Hoy traigo al blog la reseña de un libro clásico que conocí gracias a la reseña de Las inquilinas de Netherfield. Un libro muy curioso con el que he descubierto a Wilkie Collins.
Los protagonistas son tres hermanos que viven en una casa antigua, enorme y tenebrosa llamada The Glen Tower situada en el Sur de Gales a más de tres millas del pueblo más cercano. Allí disfrutan del paisaje y de la tranquilidad que les ofrece su vieja morada.
Owen, el mayor de ellos, pasó la mayor parte de su vida ayudando a los pobres en una parroquia en Londres. Después de dos muertes inesperadas en la familia heredó The Glen Tower. Sin duda el lugar perfecto para pasar lo que le quedara de vida en paz y tranquilidad.
Morgan, el segundo, había ejercido como médico en el norte y en Londres. Tenía dinero suficiente para dejar de una vez su profesión así que un año después de que Owen heredara la casa se fue allí con él.
El menor de los tres, Griffith, trabajó como abogado y se dedicó por un tiempo a la literatura. Viajó mucho, se casó y tuvo un hijo. Cuando murió su mujer y su hijo se unió al ejército pensó en retirarse con sus hermanos.
El lugar ideal para estos ancianos caballeros y el menos indicado para Jessie, la ahijada de Griffith, una muchacha alegre, inquieta y acostumbrada a la vida social de la capital inglesa que tendrá que pasar unas semanas con ellos.
Lo que no espera Jessie es que los tres hermanos se les ingeniaran para entretenerla con diez historias que le contaran todas las noches antes de irse a dormir.
Desde que leí la opinión de este libro en el blog de Las inquilinas me llamó la atención por lo original y curioso que parecía, como una especie de Las mil y una noches en versión victoriana.
Por un lado tenemos la trama principal en donde conoceremos las circunstancias de los hermanos (y el porqué tienen que entretener a Jessie) y a partir de ahí asistiremos a una sucesión de relatos que van desde los sucesos sobrenaturales, algo que en aquella época fascinaba a muchos escritores, hasta historias más policíacas, cómicas o románticas.
Unas historias que me han recordado mucho a las que leí en Para leer al anochecer de Charles Dickens. Y como me ocurrió en aquella ocasión, algunas me han gustado más que otras pero todas me han entretenido.
Por nombrar algunas os diría: El Sitio de la Casa Negra, donde una dama llevó a cabo un acto de valentía sin igual. El Secreto de la Familia cuenta la historia de una desaparición inexplicable. En La Mujer del Sueño un hombre sufrirá una serie de pesadillas en las que aparece una mujer con un cuchillo. O la titulada El Cazador cazado que es una de mis favoritas.
En La reina de corazones he encontrado personajes muy bien dibujados, paisajes inhóspitos perfectos para ambientar estas fantásticas historias y una narración en la que con pocos detalles y sencillez, Collins consigue atraparnos hasta el final como a la joven Jessie.
En definitiva un clásico al que os recomiendo que os acerquéis si tenéis oportunidad. Un saludo y buenas lecturas.
El autor
Wilkie Collins nació en Londres en 1824. Muy joven entra como aprendiz en una empresa de comercio de té, que abandona pronto para dedicarse a la literatura, campo en el que rápidamente alcanza el éxito. Considerado uno de los padres de la narrativa policíaca, durante sus sesenta y cinco años de vida escribió veintisiete novelas, y más de cincuenta historias cortas. Fue amigo íntimo de Charles Dickens desde que se conocieron en marzo de 1851, fecha en que comenzó una fructífera colaboración. Sus novelas de misterio La dama de blanco (1860), y la policíaca La piedra lunar (1868) están consideradas obras cumbres en sus respectivos géneros.
Aquejado de «gota reumatoide», se aficionó al consumo severo de láudano. Como resultado de esta adicción, experimentó durante toda su vida alucinaciones paranoides; por ejemplo, declaraba que se encontraba constantemente acompañado de un doble suyo, invisible para todos los demás, que él apodaba «el Fantasma Wilkie», Collins nunca se casó, pero vivió, a temporadas, con la viuda Caroline Graves. Además, tuvo tres hijos con otra mujer, Martha Rudd. En 1870, volvió definitivamente con Mrs. Graves y, hasta su muerte, en 1889, complementó ambas relaciones.
