La contraportada
A
las puertas de la casa de Miguel de Cervantes ha aparecido el cadáver del
hidalgo Gaspar de Ezpeleta, al que han apuñalado. Una vecina beata acusa al
escritor y a sus alegres hermanas, las Cervantas, de estar implicados en el
asunto y acaban encarcelados. La duquesa de Arjona, gran admiradora de
Cervantes, requiere los servicios de la joven Dorotea de Osuna para que acuda a
Valladolid e investigue el caso, conocedora de sus habilidades en este campo. A
través de la investigación detectivesca de Dorotea para defender la inocencia
del autor de El Quijote asistimos a un retablo de la España del Siglo de Oro:
un país agotado por las guerras, anegado de clases ociosas e improductivas,
nobles y clérigos, lleno de prejuicios, con una legión de mendigos, veteranos
de las guerras tullidos, pícaros, busconas y criadillos.
Una auténtica corte de
los milagros en la que la mujer se rebela y lucha denodadamente por escapar del
papel secundario al que la sociedad la relega
Mi opinión
Hacía
tiempo que no leía una novela histórica,
un género que siempre me cuesta un poco, pero cuando encuentro una historia
como la que protagoniza la reseña de hoy me alegro de volver a acercarme a este
tipo de lecturas, aunque sea de vez en cuando.
Doña Dorotea de Osuna viaja
a la capital de la corte, Valladolid, para entrevistarse con la
Duquesa de Arjona. Esta le pide ayuda para sacar a Miguel de Cervantes y a las mujeres de su familia de la cárcel. Al
parecer los consideran sospechosos del asesinato de Gaspar de Ezpeleta ocurrido
en la puerta de su casa.
A
partir de ahí Doña Dorotea, Don Teodoro y la propia Duquesa intentarán aclarar la muerte del caballero
Ezpeleta y quitar las sospechas que recaen sobre los Cervantes.
De
esta novela, que me ha encantado, destacaría el detallado retrato del Valladolid de la época que por culpa de diferentes festejos reales había
quedado poco para comer. Una ciudad donde abundaban los palacios pero también
mendigos, curanderas, picaros, frailes o nobles.
Además
de la vida y costumbres de los habitantes de la ciudad, lo segundo que destaco de esta lectura es el papel de la mujer. Y
es que las protagonistas que llevan
el peso de esta historia se sentían
libres de pensamiento, sabían leer y escribir, algo que estaba muy mal visto
para la mayoría de la gente que pensaban que su papel estaba condicionado por
el hombre.
El lenguaje empleado por el autor,
cercano al castellano antiguo, nos
acerca más si cabe a la época y no
se hace ni aburrido ni pesado. También está la curiosidad de como llevan
los personajes la investigación, de la que no os voy a avanzar mucho, pero lo
que si os digo es que está muy bien llevada.
Os
estaréis preguntando cuando aparece Cervantes en este libro pues la figura del
insigne escritor es más que nada secundaria. De todas formas de boca del autor
conoceremos unas cuantas anécdotas, sus diferentes trabajos que no lo convirtieron
en rico precisamente, de las penurias que pasó por culpa de la guerra o de las
ciudades por las que pasó.
En
definitiva que si queréis leer una novela histórica original, que además os acerque
a los años que vivió Cervantes en Valladolid, os recomiendo leer este
Misterioso asesinato en casa de Cervantes. Un saludo y buenas lecturas.
El autor
Juan
Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948) es doctor en Letras. Entre sus ensayos
destacan Historia de España contada para escépticos (2010), Una historia de la
guerra civil que no va a gustar a nadie (2005), Los años del miedo (2008), El
catolicismo explicado a las ovejas (2009), De la alpargata al seiscientos
(2010), Homo erectus (2011) y La década que nos dejó sin aliento (2011). Es
autor de las novelas En busca del unicornio (Premio Planeta 1987), El comedido
hidalgo (Premio Ateneo de Sevilla 1991), Señorita (Premio de Novela Fernando
Lara 1998), La mula (2003), Rey lobo (2009) y Últimas pasiones del caballero
Almafiera (2011).