La contraportada
¿Qué tienen en común un ranchero australiano que se ve obligado a abandonar su tierra por la sequía con un inmigrante ecuatoriano cuya vida se quebró por culpa de un desgraciado accidente? ¿O una auditora cuyos escrúpulos le impiden falsear las cuentas de una multinacional con un oficinista cuya vida gris se ve alterada por la adquisición de un callicida con el que establece una relación casi erótica? ¿O una víctima de violencia de género que se siente obligada a ayudar a su maltratador, aun a riesgo de su vida, con una superviviente del desastre de Chernóbil? ¿O una enana, convertida en mujer bala, con un yonqui que urde un plan para desvalijar la casa de una anciana? ¿O una enferma de cáncer ávida de vivir su último viaje a Nueva York con un médico de un CIE en lucha entre lo moral y lo legal? ¿Y todos con Eva, la primera mujer?
Tal vez nada o tal vez todo… Un todo basado con ese supuesto pecado original que nos hizo libres, aun a riesgo de sufrir. Un libro que debería ser de lectura obligatoria. Para Adanes. Para todas nuestras Evas.
Mi opinión
El libro que protagoniza la reseña de hoy es una colección de relatos que nos habla de la muerte, el amor, la culpa, el destino o la búsqueda de la felicidad a través de unos protagonistas que rebosan realismo y humanidad.
Os dejo una muestra de algunos de ellos.
El primer relato se titula igual que el libro, en él encontramos a una serie de personajes que piensan en cambiar su destino. Un ranchero que sufre una intensa sequía, una joven ucraniana que recuerda Chernobil, en Barcelona Ana se plantea su vida actual después de ver una imagen o Jennifer piensa que hacer con un informe comprometedor.
En Décimas de fiebre, Amelia busca coger un resfriado para pasar más tiempo de tranquilidad en casa. En el cuarto relato titulado Puta tú, Pepa cuenta que siempre le gustó bailar a pesar de su marido.
En Piezas de caza una mujer se lamenta de lo que soportaban antes las mujeres.
Un hombre encuentra una excusa de lo más original para no hacer ejercicio en Una grieta en la rutina. En Eterna como Nueva York el protagonista habla de una mujer vitalista llamada Lucy.
En La enana no ha aterrizado en la plaza Lili cambia de rumbo en pleno vuelo.
La historia Si pudiéramos cambiar la realidad … nos habla de una mujer que mira desde su coche la casa donde pasó los peores años de su vida.
En el relato Un reguero de sombras Fernando conoce a Cristian por medio de la lectura.
En La primavera llegará P decide cambiar de aspecto para sorpresa de su mujer. Las historias Y todo por meterse en política, Redención y Te espero giran alrededor de las relaciones familiares y la guerra civil. En Muero con la marcha Radetzky un médico tomará una decisión que puede perjudicar su carrera.
El título del último relato necesita poca explicación, Mereció la pena Adán.
Descubrí a Alicia Domínguez hace unos años cuando leí Viaje al centro de mis mujeres, una novela de la que guardo un gran recuerdo. Así que cuando me preguntó si quería leer este nuevo libro no lo dude ni un segundo.
Como decía más arriba estas historias tratan de amor, vida, muerte, superación, familia … cuestiones reales y actuales a las que los protagonistas se enfrentan de manera diferente. Unos con valentía y fortaleza otros en cambio tienen más miedo o deciden de manera equivocada. A través de ellos la autora nos habla de la posibilidad de cambiar nuestro destino y de como afrontar las dificultades que se nos presentan por el camino.
Alicia Domínguez ha conseguido reunir en La culpa la tuvo Eva una colección de historias emocionantes que trasmiten desde la primera hasta la última, escritas con gran sensibilidad y que nos dejan reflexiones muy importantes. Un saludo y buenas lecturas.
Por último agradezco a Alicia Domínguez que me haya enviado este libro y desearle mucha suerte en sus futuros proyectos.
La autora
Alicia Domínguez. Gaditana nacida en Madrid en 1966. Doctora en Historia por la Universidad de Cádiz y Máster en Gestión y Resolución de Conflictos por la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), centró su línea de investigación histórica en el análisis de la violencia política y social del franquismo.
Fruto de ella, son los trabajos: ‘La represión franquista de la guerra y la postguerra en Cádiz 1936-1945’, ‘La causa 259/45: un ejemplo de represión en la posguerra en el Campo de Gibraltar’ y ‘La superación de la guerra civil española, una aproximación desde la perspectiva de la conflictología’.
Es autora de ‘El Verano que trajo un largo invierno’ (Quorum Editores, 2005), ‘Viaje al centro de mis mujeres’ (Ed. Proust, 2016), ‘Memorial a Ellas. Que su rastro no se borre (Ed. Proust, 2018) y ‘La culpa la tuvo Eva. Elogio del libre albedrío’ (Ed. Ole Libros, 2020) y ‘La ecuación de Dirac’ de próxima publicación en Olé Libros.
Coautora de ‘Las puertas de la memoria’ (Ed. Universidad de Cádiz -UCA-, 2016) y de dos libros colectivos: ‘102 razones para recordar a Salvochea’ (Asociación de amigos de F.S., 2009) y ’65 Salvocheas’ (Quorum Editores, 2011).
Premiada ‘Mujer constitucional’ en 2011 con motivo del Bicentenario de la Constitución de 1812 de Cádiz y galardonada con el premio ‘Clara Campoamor’ en el 2016 a propuesta del Observatorio de Igualdad de Cádiz.
Autora colaboradora la revista digital ‘Woman’s Soul’, publica artículos en diversos periódicos y revistas como ‘La voz del sur’, ‘El Ático de los Gatos’, ‘CaoCultura’ y ‘142’.
La obra de Aleksandr Pushkin reconocido unánimemente como el principal forjador de la literatura moderna rusa sirvió de crisol donde se fundieron la precisión de la lengua escrita con la fértil fantasía de la lengua hablada. En "La hija del capitán" (1836), bajo la influencia de Walter Scott, Pushkin, con una sinceridad alejada de la exagerada afectación romántica, se sirve de un hecho histórico, la sublevación del caudillo cosaco Yemelián Pugachov, para explorar literariamente uno de los temas constantes en la historia de la sociedad rusa: el conflicto entre un sistema despótico e injusto y un pueblo sometido y humillado, proclive a utilizar la figura de falsos mesías para defender su honor y liberar su ira contra el poder opresor.
Mi opinión
La reseña de hoy la protagoniza un libro que empecé con dudas y que me ha parecido una gran historia.
Piotr Andreyevich Griniov era un joven que vivía sin preocupaciones hasta que su padre, teniente coronel retirado, decidió que ya era hora de que hiciera el servicio militar. Acompañado por su fiel sirviente Savelich emprende viaje hacía su destino, Oremburgo. Estaban cerca de la ciudad cuando sufren una horrible tormenta de nieve que los deja atrapados. Cuando creían que morirían de frío vieron a lo lejos como se les acercaba la figura de un hombre. El hombre les guió hasta una posada cercana donde pudieron pasar la noche. En agradecimiento Piotr le regaló al hombre su abrigo de piel más preciado. Este se mostró infinitamente agradecido con el regalo y le dijo que no lo olvidaría.
Cuando llegaron a Oremburgo el general al mando lo destinó a la fortaleza Belogorskaya a cargo del capitán Mironov.
La familia del capitán lo acogió como a uno más desde el primer día, ese trato cercano propicia que Piotr se fije en la hija del capitán, Maria Ivanovna.
Semanas después la tranquilidad de la fortaleza se ve alterada por el asedio de Pugachov, un rebelde cosaco conocido por haber devastado varios poblados y que producirá el mismo efecto en la vida de los protagonistas.
Tenía en mente leer algún clásico ruso desde que me apunté al reto nos gustan los clásicos pero no había pensado en ninguno en especial hasta que se me cruzó este título en las recomendaciones de Goodreads.
La hija del capitán es un relato histórico basado en las vivencias del propio Pushkin que tuvo una vida de lo más ajetreada. El protagonista y narrador es un joven despreocupado llamado Piotr que de la noche a la mañana se verá envuelto en una importante revuelta en la época de Catalina la Grande. Unas circunstancias que harán que madure para alivio de su sirviente Savelich que lo saca de todos los líos que puede. La protagonista femenina María, la hija del capitán, es una joven tímida y delicada que al principio tiene poco peso en la historia pero que más adelante adquiere más importancia. Y por último el personaje que revoluciona la historia Pugachov, un rebelde que quiere derrocar a los poderosos y que causa el terror por donde pasa.
Pushkin narra con gran sencillez y maestría esta historia en la que seremos testigos de las primeras revueltas contra los zares a través de los ojos de un joven acomodado al que la guerra y el amor le cambiarán la vida. Un clásico perfecto para empezar a conocer la literatura rusa, que por supuesto os recomiendo leer. Un saludo y buenas lecturas.
El autor
Aleksandr Sergéyevich Pushkin fue un poeta y novelista ruso que nació en Moscú el 6 de junio de 1799 y que falleció el 10 de febrero de 1837 en San Petersburgo. Es considerado el padre de la literatura rusa moderna, y sus obras, escritas en ruso, influyeron en importantes escritores posteriores como Tolstói, Gógol o Dostoievski, además de en diversos compositores como Tchaikovski o Músorgski. Estuvo constantemente en problemas con el régimen zarista, debido a su vinculación a diversos grupos revolucionarios.
Debido
a su origen aristocrático, recibió una educación basada en la
lengua y literatura francesa, que influyó notablemente en su poesía,
pero con el tiempo se acercó cada vez más a los cuentos y formas
populares, de ahí que escribiera en ruso. Su estilo, a medio camino
entre el realismo, la sátira y el drama, se aleja del romanticismo
de su juventud y se vuelca cada vez más en la narrativa popular. Se
casó con Natalia Goncharova, con quien tuvo varios hijos, y en 1833
fue nombrado miembro de la Academia Rusa. A pesar de su cada vez
mayor prestigio, se vio toda su vida acechado por la deuda, hasta que
fundó la revista El
Contemporáneo,
que llegó a ser la publicación más influyente de las letras rusas.
Finalmente murió de las heridas recibidas en un duelo instigado por
sus enemigos.
Empezamos junio, un mes que suena ya a verano, pero antes de pensar en lecturas veraniegas os cuento que libro tengo entre manos estos días.
El mes pasado pude publicar en el blog las reseñas de ELMER y La librería del señor Livingstone, dos títulos estupendos para leer y para regalar.
En cuanto a lecturas, me dio mucha pena terminar Los momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig, decir que me ha encantado es poco. Después empecé el libro de Alicia Domínguez, La culpa la tuvo Eva, un libro de relatos que me está gustando mucho.
Cuando lo termine tengo pensado leer el primer libro de la serie protagonizada por Gervase Fen, El misterio de la mosca dorada de Edmund Crispin. Hace tiempo que leí el loco misterio de La juguetería errante y me apetece ver en que líos se mete este peculiar detective aficionado.
Ya os contaré que tal está y que lectura elijo después cuando lo termine.
¿Y vosotros que estáis leyendo estos días?