miércoles, 20 de noviembre de 2024

Empezando noviembre

He dudado si titular este post con Empezando noviembre porque estamos ya a día 20 pero es que hasta hace unos días no había encontrado un libro que quisiera terminar. 

El mes pasado lo empecé abandonando un par de libros que no me acabaron de convencer y dejando aparcado el que me propuse leer, Las damas de Grace Adieu de Susanna Clarke. Y es que después de la buena racha que había tenido octubre se me ha atragantado en lo que a lecturas se refiere. 

Por suerte antes este mes si he encontrado lectura. Gracias a Juan Manuel Peñate, el autor de Más allá del Bosque del Ocaso, noviembre lo empiezo sin bloqueo lector (de momento) pero con Insomnio. Espero poder leer algo más y si no en diciembre.


Y vosotros, ¿cómo empezáis este mes?

domingo, 27 de octubre de 2024

Ficha 342 de Max Aub

Ficha 342 de Max Aub

Apellido del enfermo: Agrasot, Luisa.

Edad: 24 años. Natural de Veracruz.

Diagnóstico: Erupción cutánea de origen probablemente poli-bacilar.

Tratamiento: Dos millones de unidades de penicilina.

Resultado: Nulo.

Observaciones: Caso único. Recalcitrante. Sin precedentes.

Desde el decimoquinto día me abrumó. El diagnóstico era clarísimo. Sin que cupiese duda alguna. Al fracasar la penicilina ensayé desesperadamente toda clase de otros remedios: no sabía por dónde salir. Me trajo de cabeza, de día y de noche, semanas y semanas, hasta que le administré una dosis de cianuro potásico. La paciencia ¡aún con los pacientes! tiene un límite.

sábado, 12 de octubre de 2024

Kokoro - Natsume Sōseki

La contraportada

Ninguna biblioteca de literatura japonesa estaría completa sin Kokoro, la novela más lograda de Natsume Sōseki, la más profunda y la última que completó antes de su muerte. Coincidiendo con el centenario de su aparición, Impedimenta publica una nueva traducción de la obra maestra de Sōseki, que prefiguraría la de autores de la importancia de Akutagawa, Kawabata o Murakami. Kokoro («corazón», en japonés) narra la historia de una amistad sutil y conmovedora entre dos personajes sin nombre, un joven y un enigmático anciano al que conocemos como «Sensei». Atormentado por trágicos secretos que han proyectado una larga sombra sobre su vida, Sensei se abre lentamente a su joven discípulo, confesando indiscreciones de sus días de estudiante que han dejado en él un rastro de culpa, y que revelan, en el abismo aparentemente insalvable de su angustia moral y su lucha por entender los misterios del amor y el destino, el profundo cambio cultural de una generación a la siguiente que caracterizó el Japón de principios del siglo XX.




Mi opinión

Hoy os recomiendo un clásico de la literatura japonesa que he descubierto por casualidad pero que a partir de hoy no me voy a cansar de recomendar.


Lo primero que nos encontramos cuando abrimos el libro es que la historia está dividida en tres partes, en la primera un joven universitario narra su amistad con un hombre mayor a quien conoce mientras está de vacaciones. Una amistad que a medida que pasa el tiempo se convierte en fascinación, tanta influencia ejerce en él que llamará a su nuevo amigo Sensei, palabra que se utiliza para referirse a una persona sabia. Sensei por su parte vive apartado del mundo porque no confía ni en sí mismo ni en la sociedad y no entiende esa admiración. En la segunda parte el joven tiene que volver con su familia porque su padre cae enfermo. En esos días de incertidumbre recibirá una importante carta de su amigo. En la tercera y última parte, el narrador pasará a ser Sensei quien por medio de esa carta le desvela al muchacho su terrible pasado.


A través de la amistad entre los dos protagonistas el autor nos habla de los cambios que se produjeron en Japón con la Revolución o Restauración Meiji 1868 – 1912, una época convulsa que supuso una apertura del país tanto cultural como comercialmente. En el interesante prólogo escrito por Fernando Cordobés, uno de los traductores, nos lo explica con más detalle además de la importancia de esta novela en Japón donde es venerada al igual que su autor. Esos cambios se ven reflejados en el joven protagonista, deslumbrado por la capital y ansioso por conocer todo lo que esta le ofrece. Una mentalidad que choca con la que tiene su familia anclada en su vida tradicional en el campo. Una vida a la que el joven no se plantea volver y más después de conocer a Sensei, un hombre silencioso que desprende un halo infinito de tristeza por culpa de un gran secreto que le revela en una larga carta. 


Kokoro es una novela sencilla y compleja al mismo tiempo, como el significado de esta palabra en japonés. Una historia llena de sensibilidad, melancolía y culpabilidad, donde los sucesos del pasado se arrastran durante toda la vida. Un clásico imperdible, que por supuesto os recomiendo leer. Un saludo y buenas lecturas.




El autor

Natsume Sōseki, seudónimo literario de Natsume Kinnosuke, nació en 1867 cerca de Edo (la actual Tokio). Descendiente de una familia de samuráis venida a menos, fue el menor de seis hermanos. Cuando tenía dos años, sus padres lo entregaron en adopción a uno de sus sirvientes y a su mujer, con quienes viviría hasta los nueve años. En 1884, instado por su familia, se matriculó en la Universidad Imperial de Tokio para cursar Arquitectura, aunque acabó estudiando Lengua Inglesa. En 1886 trabó amistad con el poeta Masaoka Shiki, que lo inició en el arte de la composición de haikus. Fue entonces cuando adoptó el nom de plume de Sōseki (que en chino significa «terco»). Tras graduarse en 1893, empezó a trabajar como profesor en la Escuela Normal de Tokio, pero pronto, en 1895, fue destinado a la Escuela Secundaria de Matsuyama, en la lejana isla de Shikoku. Parte de sus experiencias en esta remota escuela rural serían recogidas en su novela Botchan (1906; Impedimenta, 2008). Apenas un año después de haber llegado a Matsuyama, Sōseki dimitió de su puesto y comenzó a enseñar en un instituto de la ciudad de Kumamoto, donde conoció a su futura esposa. En 1900 se le concedió a Sōseki una exigua beca del Gobierno japonés y se lo envió a Inglaterra. En este país pasó los años más tristes de su vida, leyendo libros sin parar, deambulando por las calles y pasando miserias sin cuento. Parte de sus sombrías reflexiones sobre la vida inglesa fueron publicadas años después en el diario japonés Asahi. Regresó a Japón en 1902, con un contrato para enseñar en la Universidad Imperial de Tokio, donde sucedió al escritor Lafcadio Hearn como profesor de Literatura Inglesa. La carrera literaria de Sōseki se inició en 1903, cuando comenzó a publicar haikus y pequeñas piezas literarias en revistas como Hototogisu. La fama le llegó con la publicación en 1905 de Soy un gato (Impedimenta, 2010), y al año siguiente Botchan (Impedimenta, 2008) lo catapultó al éxito, convirtiéndose automáticamente en un best seller y en una de las novelas más leídas por los japoneses durante décadas; obra, que, además, fue galardonada con el Premi Llibreter 2008. Sōseki escribió catorce novelas en total a lo largo de su vida, entre las que cabe destacar El minero (1908; Impedimenta, 2016), o Sanshiro (1908; Impedimenta, 2009), que forma parte de una trilogía que se completa con Daisuke (1909, Impedimenta, 2011) y La puerta (1910; Impedimenta, 2012); en cuanto a su etapa más madura, sus obras más importantes son, sin duda alguna, Kokoro (1914; Impedimenta, 2014) y Más allá del equinoccio de primavera (1912; Impedimenta, 2018). Natsume Sōseki murió en Tokio en 1916 a los 49 años de edad, a causa de una úlcera de estómago. De este mismo año data Luz y oscuridad (Impedimenta, 2013). En 1984, y en homenaje a su fama y trascendencia, el Gobierno japonés decidió poner su efigie en los billetes de mil yenes.


domingo, 6 de octubre de 2024

Empezando octubre

Que rápido se me ha pasado septiembre aunque con el calor que tenemos parece que sigamos en verano. Antes de que pasen más días toca repasar lecturas, primero las de septiembre y luego las que tengo preparadas para este mes.

Un mes de septiembre en el que publiqué la reseña de El libro del verano de Tove Jansson. Un libro que cuenta unas vacaciones de verano en una isla perdida de Finlandia, una historia sencilla llena de naturaleza que disfruté mucho. También disfruté de la naturaleza, o mejor dicho del campo, con Tierra de mujeres de María Sanchéz, un ensayo muy interesante en el que la autora habla y reivindica el mundo rural. Después le llegó el turno a Como un cielo en nosotros de Jakuta Alikavazovic publicado por la editorial Muñeca infinita, en el que la autora reflexiona sobre muchos temas durante una noche en el Museo del Louvre.

En cuanto a nuevas lecturas estos días quiero empezar Las damas de Grace Adieu de Susanna Clarke, un libro de relatos perfectos para comenzar el otoño.

 

Y vosotros, ¿cómo empezáis octubre?


miércoles, 18 de septiembre de 2024

El libro del verano - Tove Jansson


La contraportada

«En el interior del bosque la abuela reunió un trozo de musgo de un árbol, un trozo de helecho y una polilla muerta. Sophia la seguía sin rechistar. Cada vez que la abuela se metía algo en el bolsillo, ella se sentía más tranquila. La luna estaba algo rojiza y casi tan luminosa como el cielo, bajo el cual proyectaba su luz formando un camino hasta la orilla. Continuaron atravesando la isla hasta el otro extremo. De vez en cuando, la abuela se agachaba y encontraba algo importante. Caminaba alta y oscura justo en medio del sendero de luz de la luna, sus piernas torpes y el bastón avanzaban sin cesar y cada vez se la veía más grande. La luz de la luna caía sobre su sombrero y sus hombros, y ella vigilaba al destino y la isla entera. No existía la menor duda de que la abuela encontraría todo lo necesario para ahuyentar la desgracia y la muerte. En su bolsillo cabía todo.» En la que es casi la última isla habitada del archipiélago finlandés antes del mar abierto, en el Báltico, una abuela y una nieta pasan los veranos junto al padre de la pequeña. Su vida se adapta a los dulces ritmos de las vacaciones y los imprevistos del tiempo, con sequías y tormentas. Este es un libro de apariencia sencilla que consigue ahondar, con encantadora levedad, en los claroscuros del alma humana y en las leyes de la naturaleza. El diálogo entre Sophia, la niña que comienza a abrirse paso en la vida, y su abuela, que ha vivido intensamente y siente la muerte cercana, traza los contornos de un vínculo que permanece en la memoria durante mucho tiempo.




Mi opinión

Hoy os recomiendo uno de los libros que he leído este verano. Un libro escrito con sencillez que cuenta más de lo que parece.


Son las vacaciones de verano y mientras su padre sale a pescar Sophia se queda con su abuela. La pequeña es espontanea, curiosa y quiere aprenderlo todo en especial de la naturaleza de la isla. Su abuela le intenta enseñar lo que sabe del bosque, las algas, el musgo, la luna, el mar. Juntas se bañarán en las aguas más frías, adoptarán un gato, recogerán de la playa las cosas que tira la gente, aprenderán los nombres de las flores, escribirán un tratado sobre las lombrices, vivirán una tormenta terrible y celebrarán San Juan. Todo eso en una de las últimas islas habitadas de Finlandia.


Tove Jansson fue una autora finlandesa conocida por sus libros infantiles protagonizados por la familia Mumin. Esta fue su primera novela publicada en 1972 e inspirada en sus recuerdos familiares. Una historia narrada a partir de pequeños relatos en los que la vida transcurre tranquila oyendo el sonido de las olas por las noches y rodeada de una naturaleza salvaje a la que tratan como a un miembro más de la familia. Un cuidado del entorno en el que viven las protagonistas que Jansson describe de manera detallista y cuidada. Además de la magnifica ambientación he disfrutado mucho con las conversaciones que mantienen abuela y nieta, unas veces más triviales otras profundas o irónicas, pero siempre con ternura.


El libro del verano es una historia sencilla en la que una abuela y una nieta compartirán y aprenderán la una de la otra durante unas vacaciones de verano en una isla alejada de todo. Un libro perfecto para leer sin prisas, si puede ser en verano mejor. Un saludo y buenas lecturas.




La autora

Tove Jansson (Helsinki 1914-2001) nació en el seno de una familia de artistas pertenecientes a la minoría finlandesa de habla sueca. De padre escultor y madre ilustradora, estudió pintura en Estocolmo y posteriormente en París. Al volver a Finlandia, durante la Segunda Guerra Mundial, ejerció como historietista satírica de clara voluntad antifascista. Famosa mundialmente por sus libros infantiles —en 1966 obtuvo el Premio Hans Christian Andersen por el conjunto de su obra dedicada al público infantil—, en la década de los setenta comenzó a publicar también textos destinados a los lectores adultos, entre los que se incluyen Juego limpio y El libro del verano, publicado en esta misma colección. En 1992 recibió el Premio Literario Selma Lagerlöf, que celebra la trayectoria de un escritor en idioma sueco.

lunes, 9 de septiembre de 2024

De vuelta de vacaciones !!!

 Hola a tod@s !!!

¿Cómo estáis?, parece que ha pasado una eternidad pero es que el verano se hace muy largo por lo menos aquí en el sur. Menos mal que existe el aire acondicionado porque si no ni leer ni nada.


Cuando publiqué el último post en julio tenía en mente leer dos libros que hacía mucho que esperaban su turno pacientemente en la estantería, sobre todo Sostiene Pereira pero fui a la biblioteca y me traje Kokoro que me encantó, luego fui a devolverlo y me traje El libro del verano y Verde agua, dos recomendaciones que acababa de ver por Instagram. Por medio leí Sofía y la Orden de los Espíritus un thriller que me duró nada y que conocí gracias a que su autora lo compartió por Twitter. También le hice un hueco a pedres i vent de Carla Santangelo un poemario precioso que he releído unas cuantas veces.


Y septiembre lo empiezo con el primero de los libros que quería leer en julio Como un cielo en nosotros de Jakuta Alikavazovic, después espero leer Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi, a ver si lo consigo.



Y a vosotros, ¿qué estáis leyendo ahora?



viernes, 12 de julio de 2024

Empezando julio

Aparezco por aquí para hacer resumen antes de darme unas vacaciones blogueras hasta septiembre.

Terminé junio publicando la reseña de El viento comenzó a mecer la hierba de Emily Dickinson, una colección de poemas ilustrada que me encantó descubrir. Un primer acercamiento a la obra de esta gran autora que no será el último. En cuanto a lecturas os comenté que quería leer La idea natural de María Negroni y Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi, pues el de Negroni lo he releído no se si dos o tres veces porque me ha encantado, no hay libro de la Editorial Acantilado que no sea un acierto absoluto. Después en vez de viajar a Lisboa con Tabucchi cambié de planes y me fui a Japón con Kokoro de Natsume Soseki, otro clásico imperdible que he disfrutado mucho.

Para este mes quiero leer Sostiene Pereira antes de colocarlo otra vez en la estantería y Como un cielo en nosotros de Jakuta Alikavazovic un título al que le tengo muchas ganas desde las primeras reseñas que leí de él.

No se que libro elegiré cuando los termine porque tengo mucho pendiente por leer, ya os lo contaré a la vuelta. Os deseo un verano lleno de buenas lecturas, cuidaos mucho y

                                         FELIZ VERANO !!! 


martes, 11 de junio de 2024

El viento comenzó a mecer la hierba – Emily Dickinson


La contraportada

Emily Dickinson fue una mujer inteligente, rebelde y culta que, en su encierro voluntario en la habitación de su casa en Amherst, construyó una de las obras más sólidas de la literatura universal.

Como señala Juan Marqués en la presentación, sus poemas «además de ser escritos, en principio, exclusivamente para la inmensa minoría de sí misma, fueron, a un tiempo, complicadísimos y simples, alegres y tristes, transparentes y enigmáticos. Son poemas que acompañan y ayudan a vivir a quien los lee, que enseñan a observar mejor, que obligan a ser más compasivo»






Mi opinión

Hoy os traigo un libro que recoge una selección de poemas que me ha permitido conocer un poco más a esta gran autora.


Emily Dickinson está considerada como una de las escritoras clave en la literatura estadounidense, una mujer que se encerró voluntariamente en su habitación para escribir. Se calcula que pudo redactar más de 1.700 poemas de los cuales solo publicó unos pocos que fueron modificados porque según decían eran demasiado complicados en aquella época. Fue tras su muerte cuando su hermana dio a conocer su prolífica obra. De todo lo que hay publicado, que es bastante, me decidí por esta selección de poemas editada fantásticamente por Nórdica Libros. No solo por la selección de los textos de la autora, que me ha parecido muy acertada, también por las delicadas ilustraciones que los acompañan. Paisajes nevados, campos de flores, bosques, imágenes nocturnas, un mundo perfecto creado por el ilustrador Kike de la Rubia. Y que decir de las palabras de Dickinson sencillas, sensibles, conmovedoras, llenas de amor por la naturaleza y admiración por las cosas pequeñas. Palabras escritas exclusivamente para ella misma desde el confinamiento de su habitación, como dice Juan Marqués en el prólogo. Situación que no la aisló del mundo en el que vivía sino que la volvió aún más observadora.


Solo me queda animaros a que os acerquéis a Dickinson, a su vida y a sus palabras, a ver si quedáis tan hechizados como yo. Os dejo con uno de los poemas que más me ha llegado y que ha inspirado el título del libro. Un saludo y buenas lecturas.



824

El viento comenzó a mecer la hierba.

Con ruidos graves y amenazadores

envió una amenaza a la tierra

y otra amenaza al cielo.

Las hojas se desprendieron de los árboles

y se esparcieron por todas partes.

El polvo se arremolinaba,

como agitado por unas manos,

y por el camino se alejaba.

Las carretas se apresuraban en las calles.

El trueno, lentamente, se desató;

el relámpago mostró un pico amarillo

y una lívida garra a continuación.

Los pájaros levantaron

las empalizadas de sus nidos.

El ganado corrió a los establos.

Cayó una gigantesca gota de lluvia, y luego,

como si las manos que sujetan los diques

se hubieran levantado,

las aguas rompieron el cielo,

pero pasaron sobre la casa de mi padre

y sólo rompieron un árbol.





La autora

Emily Dickinson (Amherst, Massachusets, 1830-1886). Poetisa estadounidense. Pasó gran parte de su vida recluida en una habitación de la casa de su padre en su Amherst natal. Autora de una obra sencilla y profunda que la ha situado en el panteón de poetas fundacionales estadounidenses que hoy comparte con Edgar Allan Poe, Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman. Excepto cinco de sus poemas (tres de ellos publicados sin su firma y otro sin que la autora lo supiera), su ingente obra permaneció oculta e inédita hasta después de su muerte. 


lunes, 3 de junio de 2024

Empezando junio

Empezamos junio con el calorcito típico de esta época, lo que nos queda hasta septiembre u octubre aquí en el sur. También con libros nuevos pero antes de contaros cuales son toca repasar el mes que acabamos de dejar.

Un mes de mayo en el que publiqué la reseña de Las voladoras – Mónica Ojeda un libro de relatos muy diferente que os recomiendo descubrir. También compartí con vosotros El sauce uno de mis poemas favoritos de Anna Ajmátova. En cuanto a lecturas terminé los dos clásicos que me propuse el mes pasado Cluny Brown de Margery Sharp y El caso Kurilov de Irène Némirovsky.

Para empezar junio he elegido el libro que recogí la semana pasada de mi librería de cabecera, se trata de La idea natural de María Negroni. Tenía apuntado otro título de esta autora pero este nuevo me llama mucho la atención. Y después quiero leer Sostiene Pereira, un clásico que todavía no he leído.

Espero tener algo más de tiempo este mes para terminar las reseñas que tengo pendientes y pasarme por vuestros blogs.


        


Y vosotros, ¿cómo empezáis junio?