París,
años sesenta. En el café Condé se reúnen poetas malditos, futuros
situacionistas, y estudiantes fascinados por la bohemia parisina. Y aunque la
nostalgia de aquellos años perdidos parecería ser el tema central de la novela,
Modiano le da un giro sorprendente. Porque En el café de la juventud perdida es
también una novela de misterio. Todos los personajes, todas las historias,
confluyen en la enigmática Louki. Cuatro hombres nos cuentan sus encuentros y
desencuentros con la hija de una trabajadora del Moulin-Rouge. Algunos la
buscan, otros la aman, y para casi todos ellos la chica encarna el inalcanzable
objeto del deseo. Louki, como todos los que la acompañan en su vagabundeo por
un París espectral, es un personaje sin raíces, que vive inventando
identidades, renaciendo una y otra vez, luchando por construir un presente
perpetuo.
Mi opinión
El
café Le Condé era uno de los locales que más tarde cerraba en Paris y el lugar
escogido por escritores, artistas, bohemios o estudiantes como punto de
encuentro. Allí no tenían nombre ni pasado vivían el presente como la joven a
la que llamaban Louki, una joven solitaria que encontró su refugio entre
aquella gente.
A través de lo que cuentan de ella
o de los recuerdos de la propia Louki nos haremos una idea de quien se esconde
detrás de este personaje que nadie conoce realmente. Una protagonista sin raíces en la vida y sola en el mundo, como
dice uno de los personajes, que deambula
por las calles de Paris en su huida continua. Esa huida es a su vez
búsqueda para los distintos narradores, que añoran un pasado no mejor pero sí
que fue por alguna razón importante en sus vidas.
Como
si de un puzzle se tratara Patrick Modiano va construyendo la historia de esa juventud perdida que vaga sin rumbo fijo ni identidad. Para ello se
ayuda de una prosa elegante y envolvente que transmite perfectamente tanto la
atmósfera de esa época en Paris como la nostalgia que sobrevuela la novela. Junto
a Louki y los demás narradores también podríamos incluir como otro personaje
más a la ciudad de Paris. Una ciudad en
blanco y negro llena de añoranza y recuerdos de los protagonistas.
Este
libro lo compré mucho antes de que Modiano recibiera el premio Nobel, su nostálgica portada y lo que decía su
contraportada me llamaron lo suficiente como para llevármelo a casa. Y
tengo que decir que cuando terminé esta novela me quede con la sensación de que
en líneas generales me había gustado pero
que no me había encantado. Después de pensarlo mucho creo que no me ha
encantado por dos cosas, la primera es por culpa de las altas expectativas que tenía a la hora de leer una novela premiada con un Nobel y la segunda por
detalles puntuales que no me acabaron de convencer, como el comportamiento de
algunos personajes o el final un poco precipitado.
En
cambio sí destaco de esta novela la
ambientación, la historia de la protagonista y principalmente la forma de narrar de su autor.
Razones
estas últimas por las que sí os
recomiendo leer En el café de la juventud perdida que aunque no me haya
parecido una novela redonda si he disfrutado con su lectura. Un saludo y buenas
lecturas.
El autor
Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945), uno de los mejores novelistas contemporáneos, ha recibido entre otros
numerosísimos galardones el Premio Nobel en 2014. En Anagrama se han publicado
todas sus últimas novelas: Un pedigrí, En el café de la juventud perdida, El
horizonte, La hierba de las noches y próximamente aparecerá Para que no
te pierdas en el barrio, recién publicada en Francia. Asimismo, hemos
rescatado novelas anteriores tan significativas como Trilogía de la
Ocupación (El lugar de la estrella, La ronda nocturna y Los paseos de
circunvalación), Villa Triste, Libro de familia, Calle de las Tiendas Oscuras (Premio
Goncourt), Una juventud, Domingos de agosto, Tan buenos chicos y Accidente
nocturno. El jurado del Premio Nobel lo definió como «un Proust de nuestro
tiempo».
Yo este título no lo he leído, pero cuando le dieron el premio me apunté a una iniciativa para leer al autor y escogí Dora Bruder, básicamente trata de lo mismo, reconstruir una identidad, pero también se me quedó a medias y mis impresiones fueron parecidas a las tuyas, me gustó su prosa pero no me han dado ganas de repetir.
ResponderEliminarUn beso
No tiene mala pinta lo que cuentas, pero estoy ahora un poco atascada, así que de momento la dejaré pasar.
ResponderEliminarUn beso ;)
Bueno, mala pinta no tiene la verdad y encontrar una novela redonda es difícil, pero creo que tiene cosas que si me pueden gustar...la tengo en cuenta.
ResponderEliminarUn beso
Yolanda
De esta novela recuerdo la sensación de nostalgia y melancolía que me dejó.
ResponderEliminarFue el primer libro de Modiano que leí, y no fue redondo.
Sin embargo, hace unos meses leí "Dora Bruder" y lo recomiendo. Es uno de esos libros necesarios, pues el tema recuerda la importancia de la memoria histórica.
Un abrazo
De momento no me llama demasiado :)
ResponderEliminarBesos!
He de pensarlo. Nunca he leído a Modiano y no sé si me encajaría. Anagrama me encanta, pero tengo dudas.
ResponderEliminarBesos.
Era una de las posibles para conocer a este autor. Todavía no me había animado porque siempre he tenido la sensación de que es un autor triste. Me gusta lo que cuentas de esta historia, de su forma de contar, puede que lo intente sabiendo que no voy a encontrar un novelón, solo una historia que pasa sin revolver.
ResponderEliminarBesos
Del autor solo he leído Pedigrí, que me gustó muchísimo.
ResponderEliminarBesos.
NO he leído nada del autor, aunque lleva tiempo entre mis pendientes. Pero por tu reseña, veo que será mejor que no vaya con las expectativas altas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues no he leído nada de su autor y aunque este no te haya convencido del todo suena muy interesante....la época, Paris...investigaré más sobre sus obras ;)
ResponderEliminarBesitos
Pues no te sé decir. Si es por el autor me lanzo de cabeza pero si es por la trama... no sabría decirte. Besos
ResponderEliminarMe apetece mucho.Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Ufff, creo que no me la apunto viendo que no llegó a convencerte del todo. Besos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarSoy nueva por tu blog^^
Este libro no me llama demasiado, lo dejo pasar.
Besitos
El Café Conté, un lugar maravilloso. Y ese común interés por Louki de todos aquellos hombres, es fascinante, tiene que ser una mujer con carisma. No me extraña que te atrajera la portada. Sí, tiene un aire nostálgico. Y encantador al mismo tiempo. Igualmente, omprendo que un final precipitado te desilusionara un poco. En cualquier caso, así ya tienes opinión sobre este premio novel, toda una visionaria ;) Besos.
ResponderEliminarYo hace mucho que quiero leer este libro, pero nada, no me he puesto todavía, espero disfrutarlo como tú, e incluso un poco más, que yo también llevo altas expectativas. Un besote!
ResponderEliminarDe este autor me leí El horizonte después de que le hubieran dado el Nobel y me paso un poquito como a ti, me gustó pero no puedo decir que le encantara. Por eso de momento creo no voy a repetir con él a pesar de los aspectos positivos que recalcas.
ResponderEliminarUn besin