Si
sus perros hubieran respondido a su llamada, la reina no habría descubierto el
vehículo de la biblioteca móvil del ayuntamiento aparcado junto a las puertas
de las cocinas del palacio. Y no habría conocido a Norman, el joven pinche de
cocina que estaba leyendo un libro de Cecil Beaton e iba a constituirse en su
peculiar asesor literario. Pero ya que estaba allí, la reina decide llevarse un
libro. ¿Y qué puede interesar a alguien cuyo único oficio es mostrarse
interesada? Isabel II de Inglaterra descubre en los estantes de la biblioteca
el nombre de una escritora que conoce, Ivy Compton-Burnett. Y de ella a Proust.
Y de Proust a Genet, cuya sola mención hará temblar al presidente de Francia,
sólo median algunos libros. Así, azarosamente, ella, que hasta entonces sólo
había sido un lugar vacío ocupado por una fuerte idea del «deber», descubrirá
el vértigo de la lectura, del ser, del placer.
Mi opinión
El
libro que protagoniza la reseña de hoy lo encontré por casualidad en la Feria
del Libro Antiguo y de Ocasión. No era uno de esos títulos buscados ni
apuntados, pero fue verlo y querer llevármelo a casa.
Por
culpa de los ladridos de sus perros la protagonista de esta historia, la
mismísima reina de Inglaterra, descubre una biblioteca-ambulante aparcada cerca
de la puerta de la cocina del palacio. Nunca la había visto por allí y sus
perros probablemente tampoco. El conductor (y bibliotecario) le dijo que venía
todos los miércoles y le preguntó si quería coger algún libro. Aunque solo
entró por curiosidad terminó por llevarse un libro de Ivy Compton-Burnett. El
primero de muchos que leería con avidez y fascinación.
Esta
nueva afición será apoyada por el señor Hutchings, el conductor-bibliotecario,
y por Norman Seakins, un trabajador de la cocina de palacio que la reina
conoció en la biblioteca ambulante. En cambio ni su secretario personal ni su marido verán con buenos ojos que su majestad se haya
convertido en una devoradora de libros.
Alan Bennett nos habla del cambio que
producen los libros en las personas y más concretamente en
esta conocida protagonista. Un acercamiento casual que la lleva a pensar que los días no eran lo
suficientemente largos para leer todo lo que quería, a cambiar su agenda
para acudir a la biblioteca o a fingir un resfriado para seguir leyendo.
La
reina también nos deja una serie de reflexiones sobre la lectura, los autores
que ha conocido y los que va leyendo. La mayoría clásicos como Proust, Henry
James, George Eliott, Ivy Compton-Burnett, Nancy Mitford, Anthony Trollope o
Thomas Hardy.
Una lectora nada común
es en definitiva una novela entretenida
y curiosa que nos recuerda que cualquier
día es bueno para aficionarse a la lectura. Un saludo y buenas
lecturas.
El autor
Alan
Bennett es autor de muchas y celebradas obras teatrales como "Habeas
Corpus", "Forty One Years On", "Kafka's Dick" o
"The Madness of George III" (adaptada después al cine), guiones
cinematográficos como Prick Up Your Ears (basado en la vida de Joe Orton), y
piezas televisivas, en especial "Talking Heads" y "An Englishman
Abroad", que lo han convertido en uno de los autores británicos más
queridos. Asimismo es muy apreciado como actor. Empezó a escribir es prosa hace
solo unos diez años.
¡Qué curioso! Y original. Hay veces que nos encontramos sorpresas estupendas en las ferias de ocasión, yo soy muy dada a ellas 😁
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Pues creo que disfrutaría con esta lectura. La tendré muy en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues la verdad es que pinta divinamente,hicieste un buen descubrimiento.
ResponderEliminar7n beso
Hola guapa, pues la verdad es que es curioso y raro... llama la atención.
ResponderEliminarUn besazo
Me lo apunto!
ResponderEliminarBesotes
Uy, lo tenog en cuenta, no lo conocía y me has dejado con la intríngulis.
ResponderEliminarBesos.
Hola!! Desconocía este título y me encanta lo que nos cuentas, así que me lo apunto. ¡Estupenda reseña! Besos!!
ResponderEliminarMe han recomendado este libro varias veces, pero nunca me animo. Igual debería hacerlo. Un besote!
ResponderEliminarAy, lo leí hace un tiempo y me encantó. No así su versión cinematográfica a la que cogí manía casi desde los primeros minutos
ResponderEliminarBesos
Es muy buena esta novela. Me gustó mucho. Besos
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