La contraportada
Éste es probablemente el libro más famoso de Stefan Zweig. En él lleva a su cima el arte de la miniatura histórica y literaria. Muy variados son los acontecimientos que reúne bajo el título de Momentos estelares: el ocaso del imperio de Oriente, en el que la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453 adquiere su signo más visible; el nacimiento de El Mesías de Händel en 1741; la derrota de Napoleón en 1815; el indulto de Dostoievski momentos antes de su ejecución en 1849; el viaje de Lenin hacia Rusia en 1917… «Cada uno de estos momentos estelares—escribe Stefan Zweig con acierto—marca un rumbo durante décadas y siglos», de manera que podemos ver en ellos unos puntos clave de inflexión de la historia, que leemos en estas catorce miniaturas históricas con la fascinación que siempre nos produce Zweig.
Mi opinión
Hoy os traigo la reseña de uno de los títulos que más ganas tenía de leer de Stefan Zweig, Momentos estelares de la humanidad. Catorce miniaturas históricas.
El libro comienza con un prólogo en el que el propio autor habla de la Historia “ … como la poetisa y la narradora más grande de todos los tiempos, pero que en modo alguno es una creadora constante”. También de “los millones de horas inútiles que transcurren hasta que se produce un momento estelar de la humanidad”.
A continuación nos deleitaremos con los relatos, que según nos dice el autor ha tratado de imaginar como ocurrieron pero sin alterarlos en su esencia.
Relatos o momentos estelares que van desde la época romana, como el protagonizado por Cicerón cuando se retira de la vida política para dedicarse a escribir, hasta batallas como La conquista de Bizancio en 1453, donde ya aparece la desunión de Europa a la hora de proteger Constantinopla o El minuto universal de Napoleón en Waterloo en 1815.
Johann Wolfgang von Goethe |
También nos contará la aparición de Nuñez de Balboa en lo que se creía que eran las Indias en Huida hacía la inmortalidad. Descubrimiento del Océano Pacífico, 1513 o la llegada de los primeros europeos a tierras californianas en El descubrimiento de El Dorado. California, 1848.
En La resurrección de Georg Friedrich Händel en 1741 y en El genio de una noche. La marsellesa en 1792, Zweig nos habla del proceso de creación de dos obras musicales históricas.
Goethe y Dostoievski protagonizan grandes momentos como Elegía de Marienbad, 1823 y Momento heroico, 1849.
Dostoievski en 1876 |
Después un acontecimiento que transformará el siglo XIX, La primera palabra a través del océano en 1858. Tras un descubrimiento nos relata una huida y una obra inconclusa de Lev Tolstoi en La huida hacía Dios en 1910.
En La lucha por el Polo Sur. Capitán Scott, 1912 conoceremos el relato del perdedor por la conquista del Polo Sur y en El tren sellado. Lenin, 1917 nos cuenta como un hombre al que nadie prestaba atención fue decisivo en la historia. Por último en Wilson fracasa, 1919 los europeos ven al presidente norteamericano como un mesías que pondrá paz en Europa.
Ya os he comentado en alguna ocasión que este autor austriaco ocupa un sitio de honor en mi estantería gracias a las recomendaciones blogueras y a su manera de escribir. Una prosa de extraordinaria sencillez y sensibilidad que me conquistó en Mendel el de los libros.
Con este libro nos traslada en el tiempo para contarnos acontecimientos poco conocidos pero que en su día fueron importantes. Acontecimientos en los que sus protagonistas se enfrentan a grandes retos de los que la mayoría salen perdedores. A través de ellos Zweig nos habla del fracaso, la desesperación, la torpeza o la ineptitud como parte fundamental del ser humano pero también que a pesar de las dificultades termina triunfando, en sus grandes descubrimientos, invenciones y obras maestras.
Momentos estelares de la humanidad es uno de los títulos imprescindibles de Stefan Zweig en el que demuestra una vez más su profundo conocimiento del alma humana con unas maravillosas miniaturas históricas, que por supuesto os recomiendo leer. Un saludo y buenas lecturas.
El autor
Stefan Zweig (Viena, 1881 – Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas. En Acantilado se ha publicado la mayor parte de su obra narrativa y ensayística.
¡Holaaa Rocío!
ResponderEliminarMe encanta como escribe este hombre, desde luego tiene una sencillez y una maestría envidiables. Tengo muy pendiente leer algo más de él, aunque precisamente este título no es el que más me llama.
¡besos!
Lo leí en 2005 y me gustó mucho, pero para mí, su obra estelar es El mundo de ayer. Momentos estelares... es bueno (todo en el autor lo es), pero últimamente estoy descubriendo novelas cortas de las que no tenía ni idea y me están pareciendo geniales.
ResponderEliminarComo dices, una capacidad para conocer el alma humana impresionante, así como su forma sutil y certera de meterse en los personajes femeninos.
Un beso.
Este no lo he leído todavía pero caerá. Con Zweig siempre se disfruta, ¿verdad?
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola. Fíjate que era de los que menos me llamaba la atención, por ser de corte como más histórico. Soy muy fan de la sensibilidad y emociones que provocan sus relatos. Ya no lo pongo al final de la lista aunque antes quería leer el de Mendel que también me falta.
ResponderEliminarBesos
Sigo sin leer a este autor... a ver si algún día me cojo algo suyo...
ResponderEliminarUn besazo
Pues he leído media docena de libros de Zweig porque es un autor que me gusta mucho, este es su ensayo más conocido y encima soy historiadora y... ¡todavía no lo he leído! Me da hasta vergüenza, ¿será posible? Me vuelvo a pasar por aquí cuando haya hecho los deberes ;-) Besos.
ResponderEliminarFíjate que, con todo lo que me gusta el autor, este es uno de los títulos que menos me atraía. Me imaginaba otra cosa bien distinta. Qué bien que te haya gustado tanto. Tu reseña me ha hecho cambiar de opinión. Besos
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