Empezamos mes, y como siempre antes de comentaros que libro tengo entre manos os cuento que enero lo dediqué a presentaros los penúltimos libros que habían llegado a casa y a la primera de las entradas especiales de los retos por los que me he decidido este año. Poco a poco iré organizándome sobre todo con los clásicos que tengo varios pendientes.
En cuanto a lecturas terminé el año con Mahmud o el señor de las aguas de Antoine Wauters que todavía me tiene conmovida y maravillada, y lo he empezado con una lectura totalmente distinta, Mühlberg de Victor Fernández, que cuenta una importante batalla para Carlos V a orillas del Elba.
Después tengo muchas ganas de leer Las voladoras de Mónica Ojeda, un libro de relatos que seguro que no me deja indiferente.
Como veis empiezo febrero con lecturas muy distintas, a ver que elijo después.
Y vosotros, ¿cómo empezáis febrero?
Pues no conozco ninguno de los tres libros que mencionas. Disfrútalos. Yo estoy con Prometeo americano, una biografía sobre Oppenheimer, que compagino con una novela de Yasmina Khadra, La sal de todos los olvidos, y, por la noche, La ronda de Francisco Bescós que está nominada al premio NOVELPOL. Muy variado.
ResponderEliminarUn beso.
Me apetecería leer Mühlberg de Victor Fernández, me gusta mucho este tipo. Ahora estoy de descanso, esperando al miércoles para salir a comprar a primera hora el nuevo libro de Pérez-Gellida.
ResponderEliminarMühlberg lo tengo en mi lista de pendientes. Y me ha llamado mucho la atención el libro de Antoine Wauters.
ResponderEliminarBesotes!!!
A por febrero, que seguro que será un mes estupendo. Besos
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